jueves, 19 de noviembre de 2015

El "cáncer" de la Salud Pública

El “arte de curar” requiere actualmente de esfuerzo continuo que más allá de los avances científicos y técnicos, nos ayude a ganar empatía, entendimiento y escucha de nuestros pacientes. Es nuestro deber como profesionales de la salud, cambiar el vetusto y reaccionario modelo biologicista, en busca de un modelo de salud que contemple los determinantes sociales, históricos, psicológicos y emocionales del proceso de salud y enfermedad.

Ya no se trata de llegar a un diagnóstico y consensuar pautas de tratamiento sobre una enfermedad, por el contrario, el desafío de los próximos años será hacer de los avances científicos algo sustentable y revertir la creciente tendencia mundial de que la salud sea posesión solamente de quienes puedan pagarla, en definitiva, el desafío es hacer de la medicina algo de personas al servicio de personas.
Nos tocará ser pilotos de tormentas en los años venideros, los costos en salud y la tendencia a la salud como un bien de mercado para unos pocos, harán que debamos asumir compromisos y ser creativos, pues la salud como derecho será algo que debemos anteponer frente a cualquier mezquindad. Así por ejemplo, en la actualidad, drogas como el Sofosbuvir que ha demostrado ser "curativo" y con los menores efectos adversos para el tratamiento de la Hepatitis C, se comercializa en EEUU con un costo de U$84.000 en su kit de 12 semanas, en el mejor de los casos que no deba usarse un tratamiento por 24 semanas (AR$ 1.6 millones!!! aprox.). Jeffrey Sachs en su artículo titulado “The drug  that is bankrupting America” (la droga que está quebrando a América) “según los investigadores de la Universidad de Liverpool, los costos reales de producción de Sovaldi (Marca Registrada de Sofosbuvir por Gilead) para 12 semanas de tratamiento están entre los 68 y 136 dólares” y que “la inversión de una década de investigación (12 millones de dólares) fue recuperada en unas pocas semanas de venta”, lo demás son escandalosas ganancias con el dolor y el padecimiento de millones de personas en el mundo.
Frente a lo más crudo del capitalismo salvaje y el neoliberalismo que no piensa en vidas humanas sino en números (siempre con pretensiones de ganar elecciones y con eslóganes de felicidad), una pequeña luz se vislumbra con la toma de decisión de los estados del Mercosur y UNASUR, ante la propuesta del Ministro de Salud, Daniel Gollan y el Ministro de Economía, Axel Kicillof, quienes promovieron la compra de medicamentos en bloque económico para lograr mejores precios frente a la imposición de las multinacionales farmacéuticas con excelentes resultados y asegurando precios más convenientes para toda la región. Este tipo de acciones se suman a otras, como la compra de “Viraday” genérico de “Atripla” (Tenofovir/Emtricitabina/Efavirenz), medicación de uso mensual para personas que viven con VIH, significando un ahorro de US$46 por pastilla (US$50 a US$4), que se traduce en un ahorro de millones de dólares para el país, no sin menor “pataleta” legal de Gilead.     
Una de las mayores ganancias de nuestra sociedad ha sido, además de la educación pública, el interpretar a la salud como un derecho básico y en ella el mayor exponente es nuestro sistema público de salud.
En el 2004 el sociólogo, López Artemio, decía que si en argentina vivieran 100 personas y hubieran para repartir $100 pesos, el 20% más rico se quedaría con $54 y el 20% más pobre solamente con $4, por otra parte, 48 personas (de esta argentina imaginaria de 100 personas) no tendrían otra cobertura sanitaria por fuera de la salud pública, el hospital, la salita... si fuésemos 100 las argentinas y argentinos, 3 serían profesionales universitarios y 2 analfabetos absolutos. Analizando este contexto, las y los médicos somos afortunados y la presencia del estado en nuestras vidas, es decir la sociedad en su conjunto, para hoy ser médicos especialistas nos exige una gran responsabilidad, parafraseando a Salvador Allende, que por cierto también era médico,  (Universidad de Guadalajara México, 1972), “para que termine esta realidad brutal, se requiere un profesional comprometido con el cambio social (…)y de profesionales que no busquen engordar en los puestos públicos”, por el contrario, necesitamos ser creativos para afrontar los desafíos de la valiosa salud pública de los años venideros y valientes para asumir las transformaciones necesarias, para crear un sistema de igualdad que con valores de justicia nos permita la tan anhelada equidad en salud.
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VER TAMBIÉN: "Médicas/os para el futuro de San Juan"  por Carlos Fiorentino, palabras en el acto de colación de especialidades médicas del Ministerio de Salud de San Juan. Centro Cívico, San Juan, Argentina.  

domingo, 15 de noviembre de 2015

Médicas/os para el futuro de San Juan


     El día 15 de Octubre del 2015 en la sala auditorio "Eloy Próspero Camus" del Cetro Cívico de San Juan se llevó a cabo la entrega de certificados de especialidad para los médicos residentes que concluyeron su formación de cuatro años en el sistema público de salud. El acto contó con la presencia del Ministro de Salud, Dr. Oscar Balverdi, la Jefa de Recursos Humanos del Ministerio de Salud, Dra. Stella Piscitello y Jefes de Zonas Sanitarias. Al menos curiosa fue la ausencia de otros representantes de ministerios y del ejecutivo provincial, más teniendo en cuenta la importancia del sistema de formación médica continua y el impacto que significan 70 nuevos profesionales especialistas en el ámbito de la salud sanjuanina.

        En el mismo tuve el honor de poder dirigirme a las y los egresados, las y los médicos del futuro sanjuanino y poder transmitir a mis colegas, los que creo deben ser nuestros ejes para nuestro desempeño futuro. A continuación transcribo y comparto el video de lo expuesto. Agradezco la atención y calidez con la que fueron recibidas mis palabras y las gratas devoluciones de las mismas.



 

San Juan 15 de Octubre del 2015
-Saludo a auditorio y autoridades-
Es un honor para mí poder dirigirme a ustedes colegas, a cuatro años de haber comenzado a cursar nuestra residencia médica, hemos ganado conocimiento que hace a una instancia particular del quehacer médico, pero lo que es más importante, hemos ganado las herramientas para desarrollarnos en el noble servicio de brindar salud. Es momento también de agradecer a nuestra familia y afectos por acompañarnos en este proceso siempre –Por “hacernos el aguante”-.  
 A lo largo de estos años hemos aprendido -seguramente estarán de acuerdo conmigo-, que el conocimiento médico siempre va un poco más allá y de que la necesidad de actualizarnos será una constante de ahora en más en los diferentes caminos que decidamos adoptar. Pero también hemos aprendido, de que la salud pública, con sus aciertos y desaciertos a lo largo de la historia es una de las grandes conquistas sociales de nuestro país, que estamos llamados a cuidar, defender y mejorar. Necesitamos ser creativos, para afrontar los desafíos de la valiosa salud pública de los años venideros, y valientes, para asumir las transformaciones necesarias, para crear un sistema de igualdad que con valores de justicia nos permita la tan anhelada equidad en salud.


Estamos llamados a generar un sistema de salud más justo y equitativo donde la interdisciplina, el trabajo en equipo y la revisión crítica de nuestras prácticas parecen ser las respuesta más apropiadas para brindar salud. Deberemos erguirnos como nuevas médicas y médicos capaces de comprometernos con el otro y con la sociedad.
A lo largo de estos años de formación han estado a nuestro lado grandes colegas que fueron capaces de brindar conocimiento y compartir saberes de forma desinteresada, muchas de ellas y ellos han marcado en nuestra práctica y una impronta para toda la vida. No puedo dejar de mencionar en particular al Dr. Jose Massa, un fanático de las trincheras hospitalarias que ha conjugado docencia y guía al observar de forma detenidas nuestras capacidades personales y profesionales.
Gracias a ese guía, quien me dejó un folleto informativo y me sugirió me gustaría y luego por la insistencia que me caracteriza -y que ya muchos conocen-, pude hacer en simultáneo con mi residencia de Clínica Médica y de forma “ad honorem”la formación de posgrado en Medicina Social y Comunitaria, como verán al menos en lo personal, este paso por este sistema de residencias me ha permitido desarrollar sueños y darle forma a los que vendrán.
Hace unos meses decidí tomar, como muchas y muchos de ustedes un nuevo compromiso, el de retribuir parte de lo recibido y asumir gracias al apoyo de mis colegas la jefatura de residentes. Desde allí decidimos construir una experiencia inédita de talleres mensuales que sirvan para el fortalecimiento del equipo de trabajo y revisar nuestras prácticas a la luz de un nuevo paradigma basado en los derechos humanos, los de nuestros pacientes, sin olvidar los derechos de las y los profesionales de la salud, que necesitamos de un sistema más humano y que contemple nuestras particularidades. Es que no se trata de ser iguales, si no construir el igual derecho a ser diferentes donde cada una y uno desde su lugar pueda demostrar sus potencialidades.
En los objetivos planteados para esta experiencia está la capacitación en nociones de trabajo en equipo, gestión, planificación, interdisciplina, interculturalidad, género, diversidad, discapacidad, legislación, etc. promoviendo la práctica de la reflexión grupal, como dijo Levinas “Yo no soy el otro, pero necesito del otro para ser yo”… Si todo marcha como lo planeado esta experiencia podrá estar sistematizada e informada para incorporar a más residentes luego.
Queridas y queridos colegas, somos jóvenes y dicen que la revolución es innata a la juventud, es hora de asumir desafíos, es hora de ser partícipes de los cambios y de trabajar con otros para lograrlos, seamos la generación que marque la diferencia pero para ello debemos ser comprometidos agentes de cambio.
Sin lugar a dudas, estos cambios no serán posibles sin una revalorización de la  trabajadora y el trabajador de la salud por parte de las diferentes políticas de estado, pero como dijo Ginés González García “Es imposible producir cambios, sin que las personas adquieran convicciones y nuevos conocimientos que sustenten nuevas actitudes... los verdaderos cambios se registran a nivel de la conciencia y las actitudes de las personas”.

Queridas y queridos colegas, éxitos en esta nueva etapa y nos vemos allí al servicio de nuestra gente. Muchas Gracias.
Dr. Carlos Fiorentino